sábado, 28 de noviembre de 2009

"Diccionario abreviado del surrealismo" (André Bretón/Paul Eluard)

Grabbe (Chr. D.). 1801-1836. “La obra de Grabbe, traducida por Jarry con el título “Les Silènes”  es una broma genial insuperable, que explora con una violencia inusitada para su época y que está dotada más que ninguna otra de innumerables prolongaciones que llegan hasta nosotros.” (André Bretón).

Hegel (G. W. F.) 1770-1831. “Hegel ha acometido todos los problemas, en el campo de la poesía y del arte, que en la actualidad pueden considerarse como los más difíciles y, con una lucidez sin igual, ha resuelto casi todos ellos… Aún hoy, es necesario recurrir a Hegel para averiguar si la actividad surrealista está o no sólidamente fundada”. (André Bretón).

Lichtenberg (G. Chr.) 1742-1799. “Podemos servirnos de los escritor de Lichtenberg como de la más maravillosa de las varitas mágicas. Cualquiera de sus bromas encubre, en realidad, un problema” (Goethe).

Reloj. “Relojes blandos: no son otra cosa que el camembert paranoico-crítico, tierno, extravagante y solitario del tiempo y el espacio” (Salvador Dalí).

Revistas surrealistas. La revista “Littérature” (33 números, de 1919 a 1924), puede ser considerada como la primera revista surrealista. Desde sus inicios, publicó en efecto las “Poésies” de Isidore Duchase y “Les Champs Magnétiques” de Bretón y Soupault. La parte que dedica a Dadá está constantemente compensada por un espíritu de investigación, por una preocupación moral ajena a aquél.

Con “La Révolution surréaliste” (12 números, de 1924 a 1929) y “Le Surréalisme au service de la Révolution” 6 números, 1930 a 1933), la actividad surrealista adopta en conjunto una actitud antiburguesa y antiliteraria cuando menos subversiva, agresiva y revolucionaria.

Tras haber estado abierta durante mucho tiempo a la colaboración de los surrealistas, la revista “Minotaure” se ha convertido en una revista surrealista. Publicaciones surrealistas en el extranjero: “Surrealismus” (Praga), Konkretion (Dinamarca), Gaceta de Arte (España), etc.

Raymond ROUSSEL (escritor y ajedrecista francés, inventor de “résurrectine”, “bexium”, “erganase”, etc. 

Biografía Che (John Lee Anderson)

  1. El Che poseía dos apellidos argentinos de buena cepa: era bisnieto de uno de los hombres más ricos de Sudamérica y su árbol genealógico incluía nobles tanto españoles como irlandeses. Pero con los años, la familia había perdido la mayor parte de su fortuna.
  2. A fin de preparar a su hijo para una vida de trabajo, Roberto Guevara lo envió a una escuela estatal. «La única aristocracia en la que creo es la del talento», le dijo.
  3. En 1832, Darwin —testigo de las atrocidades cometidas contra los indios por Rosas— vaticinó: «El país quedará en manos de los salvajes gauchos blancos en ludar de los indios de piel cobriza. Los primeros son un poco superiores en educación, pero inferiores en todas las virtudes morales.»
  4. 1954: «Argentina es el oasis de América, hay que darle a Perón todo el apoyo posible para evitar entrar en la guerra que promete ser terrible; te guste o no, es así.» Hablaba en relación al enfrentamiento entre EE.UU. y la Unión Soviética, la posteriormente llamada «Guerra Fría».
  5. Una célula del movimiento «26 de Julio» secuestra en 1958 a Fangio, que estaba de visita para correr en La Habana.
  6. «en primer lugar, yo considero mi patria no solamente a la Argentina, sino a toda América, tengo antecedentes tan gloriosos como el de Martí…»
  7. La célebre frase «¡Patria o muerte!» fue pronunciada por primera vez por Fidel cuando el barco «La Coubre» (que llevaba armas belgas compradas por representantes cubanos) explota provocando casi 100 muertos. Fidel acusa a la CIA de sabotaje.
  8. Para Jean-Paul Sartre, el Che era «no sólo un intelectual sino el ser humano más completo de nuestra época.»
  9. Concepto del «Hombre Nuevo» del Che: la esencia de la Revolución era la eliminación del individualismo para orientar la capacidad de cada persona al servicio de la Revolución.
 El 7 de noviembre de 1960, el Che estaba juntoa Nikita Jrushov en el palco de honor que daba a la helada Plaza Roja de Moscú. Era la primera vez que alguien que no fuese un Jefe de Estado «o al menos un jefe partidario»  recibía la invitación a participar en la tribuna sacrosanta del soviet supremo sobre le mausoleo de mármol rojo donde yace el cuerpo embalsamado de Lenin.

«El gran impaciente» (Toni Montesinos)

                         SUICIDIO: sui “de sí mismo”, caedes “asesinato”.


“… la gente se mata porque está sola, porque está enferma, porque está vieja, porque es demasiado pobre, porque es demasiado rica, porque le embromaron el standard o las ambiciones, porque papá y mamá se peleaban sobre su cabecita, por amor (los menos), por falta de amor, por vergüenza, por orgullo, por imitación, por misticismo, por la libertad, las ideas y otras cosas nobles; pero principalmente, porque está loca. (“Los suicidas”, Antonio di Benedetto, argentino, 1969).

Estudios demuestran que los escritores son de 10 a 20 veces más propensos que otras personas a sufrir enfermedades maniacodepresivas o depresivas, lo que les puede conducir a menudo al suicidio.

Capítulo 1 de “Le mythe de Sisyphe” (Albert Camus, 1942). En el breve ensayo titulado “Lo absurdo y el suicidio” dice: “No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no la pena de ser vivida equivale a responder a la cuestión fundamental de la filosofía”.

“El suicidio es confesar que la vida nos supera o que no la entendemos (…) Es solamente confesar que “no vale la pena”.”

“De cómo filosofar es aprender a morir” (Michel de Montaigne, “Essais”, 1580):

“No sabemos dónde nos espera la muerte: esperémosla en cualquier lugar. La premeditación de la muerte es premeditación de la libertad. No existe mal alguno en la vida para aquel que ha comprendido que no es un mal la pérdida de la vida.”

“El túnel”, Ernesto Sábato, 1958: “El suicidio seduce por su facilidad de aniquilación: en un segundo, todo este absurdo universo se derrumba como un gigantesco simulacro, como si la solidez de sus rascacielos, acorazados, tanques, de sus prisiones no fuera más que una fantasmagoría, sin más solidez que los rascacielos, acorazados, tanques y prisiones de una pesadilla”.

Lev Tolstói: “Unas pocas personas, excepcionalmente fuertes y consecuentes, obran así. Habiendo comprendido la estupidez de la broma que se les ha hecho y habiendo comprendido que es mejor estar muerto que vivo, y que lo mejor de todo es no existir, actúan de acuerdo con ello y terminan prontamente esta estúpida broma, puesto que hay medios para hacerlo: una cuerda en torno al cuello, agua, un cuchillo para clavárselo en el corazón.”

Fernando Pessoa: “Siento una alegría enorme/al pensar que mi muerte no tiene ninguna importancia”.

Mahoma (Corán): “El hombre no muere sino por la voluntad de Dios, según el libro que fija el término de su vida”.

Hume, “Ensayo sobre el suicidio”: “Un hombre que se retira de la vida no hace ningún mal a la sociedad; simplemente deja de hacer bien; lo cual, si es un error, es uno de los menores.”

Guy de Maupassant (cuento “L´endormeuse”, 1889): “¡El suicidio! Pero ¡si es la fuerza de quienes ya no tienen nada, es la esperanza de quienes ya no creen, es el sublime valor de los vencidos.”

La Revolución Francesa de 1789 suprime el suicidio del listado de crímenes castigados por la ley. En Inglaterra, en cambio, perdura hasta el siglo XIX la costumbre de pasear públicamente el cadáver del suicida, arrastrándolo por la calle camino de su improvisada sepultura.

Thomas de Quincey, “Of Murder considered as one of the Fine Arts” (1854).

Robert Louis Stevenson, “The Strange Case of Doctor Jekyll and Mr. Hyde” (1886).

En el siglo XIX en la India se produce el auge del llamado “suttee” (sati), el suicidio de las viudas que sucedían a sus maridos en la muerte y que se mantendrá hasta la independencia de la India, en 1947.

En la época de la Ilustración, los suicidas eran considerados dementes.

George Bernard Shaw, “Sixteen Self Sketches” (1949).

Tres autores que se suicidaron en lo peor de la SGM (1940-42): Walter Benjamin (alemán, perseguido por Hitler),Virginia Woolf (inglesa, alma atormentada y depresiva por el entorno bélico), Stefan Zweig (suizo, máximo defensor de la libertad individual frente a cualquier tipo de Estado).

Cioran, “Desde las cimas de la desesperación” (1934). Lo escribió a los 21 años para combatir el insomnio, “esa nada sin tregua”, “ese despertar permanente”, “esa ausencia criminal de olvido”.

Cesare Pavese, “El misterio de vivir” (1952): “La dificultad de cometer suicidio está en esto: es un acto ambicioso que se puede cometer solamente cuando haya sido superada toda ambición.

Goethe, “Werther”: “Yo no veo el suicidio como una vergüenza, sino como un atributo de la persona. Es una idea que todos hemos pensado en algún momento de la vida, y creo que es una obligación de todo joven poner el duda su propia existencia.”

«Alcoholes» (Apollinaire, 1913)

Poemas preferidos de Apollinaire de su libro: Vendimiario, El viajero, Las ventanas.

“Los esponsales” está dedicado a su admirado Picasso.

El primer escritor que abogó por la supresión radical de la sintaxis y de los signos ortográficos fue Marinetti. Para el “profeta de las máquinas”, las palabras debían “estallar tipográficamente” en libertad sobre la página, formando cadenas de analogías, imágenes en bruto.

Si bien no es simbolista, es un continuador de esa escuela de fines del XIX. Cultivaba el verso libre, típico del simbolismo.

martes, 24 de noviembre de 2009

1922: explosión literaria.

En 1922 (annus mirabilis de la literatura del siglo XX) se publican:

5) Parte importante de En busca del tiempo perdido (Marcel Proust).
6) La tierra baldía · The Waste Land (T. S. Eliot).
 

lunes, 23 de noviembre de 2009

«El legado de Europa» (Stefan Zweig)

Habla de grandes hombres que hicieron de Europa una gran patria:

1. Montaigne
2. Chateaubriand
3. Jean Jaurès
4. Léon Bazalgette
5. Edmond Jaloux
6. Romain Rolland
7. «Pour Ramuz!»
8. Lafcadio Hearn
9. Jens Peter Jacobsen («Niels Lyhne»)
10. rabindranath Tagore («Sadhâna»)
11. E. T. A. Hoffmann
12. Gustav Mahler
13. Arthur Schnitzler
14. Jakob Wasserman
15. Peter Rosegger
16. Anton Kippenberg
17. Oto Weininger
18. Alexander Moissi
19. Walther Rathenau
20. Rainer María Rilke
21. Joseph Roth

> Ya anciano, al final de su vida, escribe Montaigne en 1588: "En ésta confusión, en la que nos hallamos desde hace treinta años, todo francés se enfrenta cada hora a una situación que puede significar un giro completo de su suerte."

> "Solo cabe decir que a través de esa mezcla Montaigne estaba predestinado a convertirse en un hombre de centro, en un hombre de enlace, que dirige libremente su vista a todas partes, sin prejuicios de ningún tipo. Un libre penseur y citoyen du monde, de espíritu libre y tolerante, hijo y ciudadano no de una raza ni de una patria, sino un auténtico ciudadano universal, más allá de los países y los tiempos."

> Cuando era niño, a los cuatro años, toda la familia y sus profesores le hablan solo en latín clásico, ni una palabra en su lengua materna, el francés. Su educación "oficial" concluyó a los 13 años, a partir de entonces y a lo largo de toda su vida Montaigne será a la vez su propio maestro y alumno.

> Parece que estudió Jurisprudencia en la Universidad de Toulouse o en la de París. En todo caso a sus 20 años Montaigne consideraba su formación como definitivamente cerrada.

> "He descubierto que los libros son el mejor avituallamiento que podemos llevar en el viaje de la vida."

> Le gustaba Froisart (cronista de la historia), que solo aporta el material desnudo de la historia. Pero por encima de todos los demás, le gustaba Plutarco, porque daba más valor a los motivos que a los sucesos, más lo que procede de dentro que lo que acontece fuera.

> Montaigne mismo, en 1580, decide imprimir en Bordeaux la edición original de sus Ensayos.

> No es casual que le fascinasen tan profundamente los brasileños que encontró en Rouen, gente que no conocía ningún dios, ningún caudillo, ninguna religión, ninguna ética, ninguna moral. En ellos vio al hombre natural y puro, la hoja en blanco y luego la escritura con la que cada hombre se inmortaliza en la página vacía.

> Estar libres de las costumbres: "La costumbre nos oculta el verdadero rostro de las cosas."

> "¡Pensad vuestras ideas, no las mías! ¡Vivid vuestra vida! ¡No me sigáis a ciegas, manteneos libres! Quien piensa para sí libremente, respeta toda libertad sobre la tierra."

> Luego de ejercer cargos públicos como alcalde de Burdeos y otros en si ciudad, sabe que ha logrado lo que Platón calificó una vez como lo más difícil sobre la tierra: salir de la vida pública con las manos limpias.

sábado, 21 de noviembre de 2009

«Viaje al fin de la noche» (Louis-Ferdinand Céline)

Llorar a carcajadas riendo a mares. Eso me provoca página a página éste monumento literario del siglo XX que en el XXI está tanto o más vivo que cuando fue publicado hace ya 77 años.

Cava en el alma para llegar esos estratos profundos, a los que contadísimos autores son capaces de llegar, como si se tratase de un buscador de oro en las profundidades del alma humana. Tremendo efecto. Desgarrador.

Te hace reír y llorar pero con toda la cara, con el abdomen, con el pensamiento acompañado de la mano y sin miramientos con el sentimiento.

Respecto a la guerra:

«Cualquier heroísmo verbal o real me inspiraba un rechazo fóbico. Estaba curado, bien curado.»

«Hay que haber sobrellevado esa especie de agonía diferida, lúcida, con buena salud, durante la cual es imposible comprender otra cosa que verdades absolutas, para saber para siempre lo que se dice.»

«En la Patagonia» (Bruce Chatwin)

Butch Cassidy. Paquebote Soldier Prince rumbo a Buenos Aires, al llegar se alojaron en el Hotel Europa.

La agencia Pinkerton los buscaba y les avisó a las autoridades argentinas.

Su primer robo (los tres) fue en 1905, en un banco del sur de Santa Cruz

1907: Banco Nación de Villa Mercedes (san Luis).

Presencia de Garibaldi en Argentina.

La cría de ovinos se inició en la Patagonia en 1877 cuando Henry Reynard, un comerciante inglés de Punta Arenas, transporto un rebaño dese la Falklands y lo puso a pacer en la isla Elizabeth del Estrecho. Se multiplicó prodigiosamente y otros comerciantes vislumbraron las posibilidades.

Los vengadores de la Patagonia trágica (Osvaldo Bayer), historiador izquierdista. Versa sobre la rebelión anarquista de 1920-21 contra los propietarios de estancias. El cabecilla de la revuelta se llamaba Antonio Soto.

«Había muchos anarquistas en Buenos Aires, y Buenos Aires es un gran teatro.»

El mentor de Soto en Río Gallegos era un abogado y petimetre español, José María Borrero, de unos cuarenta años, con el rostro abotagado por el alcohol y una hilera de estilográficas en el bolsillo superior. Doctor en teología por la Universidad de Santiago dde Compostela, dirigía un periódico quincenal, La Verdad, que hostigaba a la plutocracia británica.

Soto exhortaba a los trabajadores a abandonar el trabajo y le obedecían: incluso se sumaron a la marcha que convocó para conmemorar el undécimo aniversario del fusilamiento de Francisco Ferrer en Montjuich (sic), Barcelona. (Soto les dijo que rendían homenaje al educador catalán tal como los católicos se lo rendían a la doncella de Orleáns o los musulmanes a Mahoma).

«La Anónima», la compañçia de los Braun y los Menéndez. Magellan Times.

Indios yaganes (Tierra del Fuego): los verbos ocupan el primer lugar en esta lengua. Los yaghanes tenían un verbo dramatico para captar cada contracción de los músculos, cada acción posible de la naturaleza o el hombre.

Sus vecinos lo llamaban «el argentino» por su soberbia, el corte elegante de sus ropas, su afición al mate y el garbo impetuoso con que en otro tiempo había bailado el tango.

Milodonte: La rueda de prensa de Ameghino (puja con el Perito Moreno) produjo otra conmoción internacional. El Museo Británico lo atosigó pidiéndole que cortara un trozo pequeño. Los alemanes querían una fotografía del animal muerto.

En Inglaterra subsistieron tantas dudas que el Daily Express financió la expedición de un tal mister Hesketh Prichard para que fuese a buscarlo. Prichard no encontró rastros del milodonte, pero su libro Through the Heart of Patagonia parece haber sido uno de los ingredientes de The Lost World de Conan Doyle.